LITURGIA DEL DOMINGO
VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
LA PALABRA DE DIOS
ELEGIR LO BUENO
Primera Lectura
“Si quieres, guardarás sus
mandatos, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego
y agua, echa mano a lo que quieras” (Ecco 15, 16).
Salmo Responsorial
“Dichosos los que caminan
en la voluntad del Señor” (Sal 118).
Segunda Lectura
“Enseñamos una sabiduría
divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos, para
nuestra gloria” (1Cor 2, 7).
Evangelio
A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno (Mt 5, 37)
A vosotros os basta decir sí o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno (Mt 5, 37)
MEDITACIÓN
RECEPCIÓN DE LA PALABRA
¿Cómo saber elegir lo bueno? ¿Cómo tomar la dirección
acertada? ¿Cómo saber si uno anda por la senda justa? ¿Cómo responder con
generosidad al querer divino?
¿Cómo no caer en la proyección del deseo personal?
¿Cómo no justificarse en las obras de las propias manos? ¿Cómo no legitimar la
conducta por el comportamiento de los demás? ¿Cómo acertar a vivir en
autenticidad?
Hay veces que a uno le asalta el miedo de que su vida
no responda al querer de Dios. En otros momentos se impone el criterio humano,
que relativiza la exigencia e invita a la permisividad. En ocasiones se siente
la impotencia porque no se acaba de superar la inclinación al mal, y de aquí
surge la invitación a la huida, casi por higiene mental, para no caer en
obsesiones negativas.
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Solo cuando se elige y se opta por amor no se siente
que es injusta y penosa la fidelidad, ni se percibe agravio comparativo por
tener peor suerte que aquellos que viven a su antojo, sin la exigencia de ser
fieles.
Estamos sellados con la huella divina, y quien acierta
a descubrir y a escuchar la voz interior, llega a saber el camino recto, porque
si se decide cumplir el querer de Dios, se experimenta paz, aunque se conviva
con el sufrimiento y con la ofrenda costosa de la oblación del deseo natural.
Podemos escoger fuego e incendiar; podemos decir no, y
evadirnos de la voluntad divina. Pero si elegimos el sendero del bien,
descubriremos el privilegio de sabernos amados. Sabiduría de los que prefieren
seguir el camino de los mandatos del Señor.
Te deseo acierto y valentía para que respondas de
manera afirmativa a lo que Dios te propone como mejor.
D. Ángel Moreno, Pbro.
Meditaciones desde Buenafuente
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